la casa que respira
Nosotros sí respiramos, una casa no; pero necesita buena ventilación y un control de humedad para que nosotros podamos respirar tranquilos.
Las ventanas deben ser estancas y permitir la ventilación adecuada al mismo tiempo. Los materiales de paredes y techos deben permitir un intercambio controlado (molecular) del aire y su humedad para evitar condensaciones.

temperaturas aire + envolventes

temperatura aire + humedad relativa

humedad absoluto del aire
El aire siempre contiene agua en forma de vapor. Un metro cúbico de aire de 20 ºC contiene unos 10g (= 1 cl) de agua si su humedad relativa es del 54%. Una habitación de 4×4 m2 y 2,5 de altura tiene 40 m3 y a esta HR tendría unos 400g de agua en suspensión: casi medio litro.
humedad relativa del aire
10 g = 1 cl
aire saturado - humedad condensa
10 ºC - 100% HR
humedad relativa media
20 ºC - 54% HR
humedad relativa baja
30 ºC - 31% HR
condensaciones
Cuando la humedad relativa está al 100% se condensa; incluso mucho antes se dan las condiciones para moho y hongos, por eso interesa evitarla.
Por ejemplo,
- el aire exterior de 30º y 75 % HR (si ventilamos a malas horas en verano), se nos puede condensar en una pared de 25º!
- la humedad en un baño o una cocina con 20º y 75 % HR (si no ventilamos en seguida), se nos condensará en una pared sin aislar con 15º en superficie!



Las condensaciones puntuales no suponen un problema, especialmente en superficies no propensas al moho (cal, arcilla, cristal etc.). Pero hay que evitar los focos permanentes: aislando y ventilando correctamente.